Historia y análisis de «Viaje del humano: reflejo de Utopía»

Presentación de la obra

La obra es un poema sinfónico para gran orquesta de cuerda y tres percusionistas. El motivo del inicio de la composición fue la idea de crear una obra que expresase la unión entre la ciudad y la naturaleza, dado que es un concepto dual que me llama especialmente la atención. Así que pensé cómo podía ser el planteamiento de la obra y no me fue difícil llegar a una clara conclusión: el tiempo que he estado confinado durante la pandemia fue clave para decidir buscar un lugar en la ciudad que albergase la naturaleza que tanto ansío, un camino que me llevase a viajar, a meditar, a aislarme de las noticias y avivar mi creatividad. Ese lugar lo conseguí encontrar y el camino que cada día realizo es plasmado como poema sinfónico en esta obra que con tanto cariño y cuidado he esculpido.

Historia de la pieza:

«La obra narra el viaje de un joven que saliendo de la ciudad, llega a un pequeño sendero rodeado de maleza, con un halo de misterio y tenebrosidad, un camino pedregoso bañado por antiguas lujosas villas románticas cuyos habitantes nada pueden hacer en este mundo. El sendero es largo y poco a poco se aprecia una luz, un submundo mágico al final de él donde comienzan a despertar colores, vida, fantasía: un reflejo utópico imperceptible para la gente mundana. Los arboles brillan, los animales bailan y el sol tiñe de rojo los vivos campos de hierba. Al terminar la senda, toca hacer el camino de vuelta por aquel sendero lúgubre, no sin antes tener pequeños instantes oníricos que recuerdan los bellos momentos en aquel mundo de fantasía, pequeñas gotas de ensoñación que confunden la realidad con la ficción, entrelazándose tan dulcemente que enmascaran lo real».

Análisis de la obra:

En la obra se agrupan ciertos elementos que facilitan al oyente la odisea musical de una manera más clara:

• Tonalidad: la tonalidad es un elemento clave para diferenciar el mundo real frente al submundo de fantasía. Como hablaré en el siguiente punto, el elemento del “reflejo” es muy importante. La tonalidad del mundo real es Mi Mayor; para el submundo de fantasía elegí Mib mayor, reflejando ese descenso.

• Leitmotiv: El leitmotiv principal de la obra es el floreo cromático, desglosado, como pasa en la tonalidad, en dos variantes que identificarán el mundo real del submundo de fantasía. La diferencia clave frente a la tonalidad, es que el leitmotiv no identifica el lugar físico, sino el reflejo de éste en el consciente humano y cómo reacciona en el mismo. Es el impulso de pensamiento inconsciente: la persona puede estar en un lugar físico, pero su mente en otro lugar del pasado, creando una dualidad espacio-temporal, como bien veremos al final de la obra. Así pues, el floreo cromático descendente es el leitmotiv del mundo real (ilustración 2); el floreo cromático ascendente es su reflejo, como si de un espejo se tratase, es el leitmotiv del submundo de fantasía (ilustración 3). Tras la presentación de ambos y regresando al mundo real (dado por la tonalidad de Mi mayor), ambos motivos se representan aleatoriamente, fusionándose al final de la obra (ilustración 4). Durante el camino pedregoso, hay dos villas que me llaman especialmente la atención y las identifico con dos motivos musicales (Ilustración 5 y 6).

• Recursos tímbricos: También hay ciertos elementos tímbricos que sirven para describir momentos del viaje: el empaste entre el uso del Mark tree con el glissando de armónicos describe el estado máximo de inspiración, al que yo denomino “entheos”. Por otro lado, el uso de la baqueta superball para dibujar la entrada al submundo de fantasía. El uso de la sobrepresión en el contrabajo describe la forma en la que se resquebraja la tierra, abriéndose para poder entrar en la realidad.

• Estructura de la obra: La estructura de la obra se centra en la unidad de tempo: la unidad de tempo global de la obra es la corchea. A partir de esa premisa, saco un total de 411 unidades de tempo. Sobre el número total de unidades de tempo, realizo una relación matemática con el número áureo para crear diversas secciones en la obra: 96 (primer clímax – villa); 156 (percepción del submundo de fantasía); 254 (regreso al mundo real); 349 (pequeño entheos); 411 (final de la obra).

Orquestación:

La orquesta de la obra se compone de una gran orquesta de cuerda con diferentes secciones de divisi y tres percusionistas (2 de percusión y uno para timbal) que le proporciona un carácter entre onírico y terrenal. Los contrabajos 2o tienen que ser de 5 cuerdas, teniendo la 5a cuerda afinada en Do grave. La percusión se compone de timbal (dos timbales de 32-30 in y uno de 29-28 in), bombo, triángulo, tam-tam, plato, mark tree, vibráfono, marimba, campanas tubulares, crótalos (si, do, do#, mib, mi) y celesta. Para la percusión es necesario tener arco, mazza, superball y baqueta de plástico.

Publicaciones en diferentes medios:

La obra se realizó para el prestigioso concurso internacional O/Modernt, quedando finalista entre más de doscientos participantes.

Además, la obra forma parte de un tríptico musical, titulado Odisea: mitología sonora, que a su vez, conforma el trabajo final de máster.

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